domingo, 31 de julio de 2011

LA TUMBA DE ALEJANDRO MAGNO:

El 13 de Junio del año 323 a.C, según el calendario juliano, se declaró la muerte de Alejandro Magno, en Babilonia, al parecer de los expertos de hoy dia, de una pancreatitis aguda. Hubo peleas entre sus generales por hacerse con los restos de su Rey, al cabo de un mes se impuso el general de la caballería Pérdicas, fue nombrado Regente del Imperio, se acordó también que el cadáver de Alejandro fuera llevado a Egipto, estuvieron un año construyendo el catafalco funerario en oro y piedras preciosas. En esos meses Pérdicas reafirmó su poder sobre el resto de generales y, seguramente influenciado por Olimpia, la madre de Alejandro, decidió llevar los restos de Alejandro a Macedonia, en contra de los acuerdos adoptados un año antes entre todos los generales. Ptolomeo ya se había proclamado faraón de Egipto y necesitaba los restos de Alejandro en Egipto para reafirmar y consolidar su posición en Egipto. Pérdicas con su ejército debía de salir en campaña a Asia Menor y dejó encargado del traslado de los restos de Alejandro hacia Macedonia a uno de sus oficiales llamado Arrideo. En el verano del año 322 a.C se pone en marcha la procesión funeraria desde Babilonia hacia el sur ya que Arrideo ha llegado a un acuerdo con Ptolomeo para llevar el cortejo fúnebre a Egipto, desobedeciendo a Pérdicas. Este se entera una semana después, manda dos batallones de caballería por delante para coger a Arrideo y conducir el cortejo fúnebre hacia el norte, pero cuando llegan, el ejército de Ptolomeo ya está escoltando el cortejo hacia Egipto y la caballería de Pérdicas ,el Regente, es rechazada. Pérdicas, furioso, atacó Egipto con todo su ejército en la primavera del 321 a.C. Intentó por dos veces forzar el cruce del rio Nilo, fallando en ambas oportunidades sufriendo enormes pérdidas entre sus tropas, muchos cayeron al rio siendo arrastrados por la corriente y devorados por los cocodrilos. Los propios oficiales del Regente asesinaron a Pérdicas con sus lanzas y ofrecieron la regencia a Ptolomeo, éste la rechazó cortésmente.
Ptolomeo en Menfis depositó los restos de Alejandro en una tumba que estaba ya construida para Nectanebo II (el último faraón vivo y nativo que había huido a Etiopia).
Ptolomeo II Filadelfo, hijo de Ptolomeo, trasladó la tumba de Alejandro de Menfis a Alejandría (ciudad fundada por Alejandro en el año 331 a.C). No se sabe nada de la ubicación de ésta tumba construida por Filadelfo. Esta primera tumba de Alejandro en Alejandría fue reemplazada por un magnífico mausoleo en el centro de Alejandría en el año 215 a.C ,por el nieto de Filadelfo, Ptolomeo IV Filopator, éste mausoleo se levantaba dentro de un enorme recinto sagrado conocido como el Soma, que fue el más famoso y sagrado santuario del mundo antiguo, ya que en Egipto y durante todo el Imperio Romano, hasta Constantino, Alejandro Magno fue venerado como un dios.
En el año 89 a.C, Ptolomeo XI fundió el ataúd de oro macizo que contenía la momia de Alejandro y usó el oro para pagar a sus soldados.
En el año 48 a.C, Julio César persiguiendo a Pompeyo llegó a Alejandría, el joven faraón Ptolomeo XIII le presentó como regalo la cabeza amputada de Pompeyo, Julio César enojado lo depuso, mandó asesinarlo y cedió el trono a su hermana la reina Cleopatra. César peregrinó a la tumba de su héroe Alejandro en el mausoleo de Soma.
Cleopatra después de un espectacular reinado y puesta en amores con Marco Antonio, fue finalmente vencida y depuesta por Octavio (futuro emperador César Augusto). Llegado Augusto a la tumba de Alejandro Magno, ordenó que le sacaran el sarcófago de la cámara funeraria para coronarlo con una corona de oro que llevaba, tuvo un pequeño descuido, se le resbaló la corona, y rompió una parte de la nariz de la momia de Alejandro.
En el año 19 d.C. Germánico, acompañado de su hijo Cayo Calígula que contaba 7 años, visitó también el Soma de Alejandro. Cuando Calígula fue proclamado emperador, ordenó que le trajeran la coraza de oro de Alejandro de su tumba, la usó en alguna de sus actuaciones.
En el año 69 d.C Vespasiano y Tito también visitaron la tumba de Alejandro.
En el 130 d.C. también la visitó Adriano.
En el año 200 d.C. la visitó Septimio Severo. Se horrorizó de ver la facilidad de acceso que tenía la tumba y lo deteriorada que la encontró, de forma que ordenó que fuera sellada.
La última visita imperial documentada es la del hijo de Septimio Severo, el emperador Caracalla, en el año 215 d.C., dejó su anillo y su cinturón como tributo a Alejandro.
Se sabe que en el año 365 Alejandría sufrió un gran terremoto seguido por un tsunami gigantesco (¡¡en el Mediterraneo!!) que arrasó toda la costa del Mediterráneo Oriental. En Alejandría los barcos fueron levantados hasta dejarlos encima de los tejados de los pocos edificios que quedaron en pié. Esta es la ocasión más probable de la total destrucción del Soma. Veinticinco años después Teodosio (emperador romano del Imperio Oriental ya cristiano) publicó una serie de decretos prohibiendo el culto a los dioses paganos entre los cuales Alejandro era uno de los principales. En Alejandría los cristianos causaron muchos disturbios destruyendo el Serapeo, principal templo pagano. Desde entonces los restos y la tumba de Alejandro Magno desaparecen de la historia. Luego llegaron los musulmanes, en textos árabes del siglo IX y X, se alude al sarcófago vacío probablemente bajo la mezquita Atarina, donde fue encontrado en 1798 por el ejercito de Napoleón, se creía que era el sepulcro de Alejandro, después los ingleses vencieron a Napoleón, el sarcófago fue llevado a Inglaterra en 1801 y está depositado en el Museo Británico de Londres. En 1822 cuando Champollion descifró los jeroglíficos de la piedra roseta y, por fín, pudo descifrarse la escritura jeroglífica egipcia de éste sarcófago se vió que era el preparado para Nectanebo II, que debió de contener el ataúd de oro macizo que contenía la momia de Alejandro, que Ptolomeo II Filadelfo trasladó desde Menfis a Alejandría. De los restos de Alejandro, de su Mausoleo o Soma en Alejandría nada se sabe a ciencia cierta, sólo unas losas de alabastro pulido en una de sus caras encontradas en lo que debio de ser el cementerio latino en Alejandría que podrían haber formado una tumba similar a la encontrada en Vergina (Macedonia) de Filipo II, el padre de Alejandro, por Manolis Andronikos en 1977. Hay estudiosos , A.M.Chugg, que llegan a ubicar los restos de Alejandro en la Basílica de San Marcos en Venecia, traídos desde Alejandría a Venecia por dos mercaderes venecianos en el siglo IX convencidos de que eran los de San Marcos. Llevamos 1700 años buscando los restos y la tumba de Alejandro y no la encontramos.
Uno de los sarcófagos atribuido a ser el de Alejandro Magno se encontró en el Líbano, cerca de Sidón, en el año 1887 por un artista turco llamado Osman Hamdi, junto con otros asombrosos sarcófagos milagrosamente intactos, unos esculpidos en estilo egipcio y otros labrados según los cánones del arte griego del siglo IV a.C. Uno de ellos, el más espectacular, de inmediato se atribuyó a que era el Sarcófago de Alejandro, así se sigue llamando hoy en día, es la pieza más destacada del Museo Arqueológico de Estambul que fue construido para albergar éstas piezas, aun conserva clarísimos restos de policromía original, tiene forma de arca y la tapa reproduce el tejado de un templo de doble vertiente, en los laterales se representan en altorrelieve, escenas de batallas entre griegos y persas, en los que se reconoce perfectamente los rasgos de Alejandro Magno por su yelmo y sus facciones, en los que es el protagonista absoluto de cada una de las franjas laterales. El sarcófago está esculpido en mármol pantélico, el mismo con el que está realizado el Partenón de Atenas. Seis escultores jonios firmaron la obra en dialecto ático. Pero no es el sarcófago de Alejandro, no, es el de Abdalónimo rey de Sidón, el rey jardinero. ¿os acordais de la historia anterior en que os conté cómo Alejandro eligió a Abdalónimo como rey de Sidón?. El mismo. Tal y como ha demostrado Karl Schefold de manera convincente en la década de 1960, éste sarcófago se hizo después de la muerte de Abdalónimo ( año 311 d.C) por sus herederos, en homenaje al gran rey Alejandro y a la admiración que Abdalónimo sentía por el. En los lados cortos del sarcófago se representa al rey Abdalónimo cazando una pantera y en el otro una batalla, posiblemente la de Gaza.
Espero que ésta historia sobre la tumba de Alejandro Magno os haya gustado. Ya sabeis: os deseo que leais mucha historia, es apasionante.

viernes, 29 de julio de 2011

ALEJANDRO MAGNO Y ABDALONIMO REY DE SIDON.

Hoy voy a contaros dos historias cuyo protagonista es el general más importante e impresionante de la Historia conocida de la humanidad, el más heroico de todos los grandes conquistadores, superior al mítico Aquiles, que ha inspirado a los grandes generales conquistadores de todos los tiempos, desde Julio César hasta Napoleón Bonaparte:

Alejandro III de Macedonia, el Magno, hijo de Filipo II de Macedonia y de Olimpia reina de Epiro, nacido en Pella (Macedonia) el 20 de Julio del 356 a.C y muerto en Babilonia el 13 de Junio del año 323 a.C de muerte natural (una pancreatitis aguda), aunque su cuerpo, según sus embalsamadores, presentaba un centenar de cicatrices, no había más de cuatro dedos del mismo sin una cicatriz por heridas en el campo de batalla. En todas sus batallas él iba delante de sus soldados, a lomos de Bucéfalo, entraba y salía de las líneas de combate con una valentía y temeridad increíbles. Dos veces estuvo al borde de la muerte por las heridas recibidas. Desde muy pequeño su padre encargó su educación física a Leónidas y como profesor de letras le puso a Lisímaco, al que Alejandro tuvo siempre mucho cariño. Desde los 13 y hasta los 16 años fue puesto bajo la tutela del gran Aristóteles que lo instruyó en política, elocuencia e historia, leyó con avidez a Homero, Heródoto y a Píndaro. Con 16 años (en 340 a.C) su padre le nombró regente y entró ya en combate repeliendo una insurrección armada. Con 18 años ( en 338 a.C) dirigió como general la caballería macedónica en la Batalla de Queronea siendo nombrado Gobernador de Tracia. Con 20 años, ya muerto su padre Filipo II, sometió a todas las polis griegas, destruyó Tebas y sometió a Atenas haciéndose nombrar “Hegemón” de toda Grecia. Cruzó el Helesponto para someter al Imperio Persa con un ejército de unos 28.000 soldados. En los trece años que le quedaban de vida conquistó un imperio que se extendía desde el Mediterráneo y norte de Africa hasta la India. Las características más destacadas de su personalidad eran: activo, inteligente, enérgico, sensible y muy ambicioso. Cuando conquistaba una ciudad o territorio, destituía, y a menudo hacía ejecutar, al sátrapa que la gobernaba, a continuación buscaba y nombraba un nuevo sátrapa o rey de entre las clases más elevadas y preparadas de ese territorio, que no hubieran estado en connivencia con el poderoso ya vencido, a su lado dejaba como general o gobernador a uno de sus oficiales, con 50 ó 100 de sus soldados más mayores (los soldados del ejército vencido y hechos prisioneros, si eran válidos, pasaban a formar parte del ejército de Alejandro). Asimismo dejaba dos o tres personas de su confianza, previamente preparados e instruidos, que eran los encargados de llevar las cuentas y recaudación de impuestos del nuevo reino (siempre los nuevos impuestos eran muy inferiores a los que cobraba el antiguo rey o sátrapa, con lo que se ganaba la fidelidad de la plebe). Vamos a contar quien fue Abdalónimo.

Abdalónimo, Rey de Sidón.

En la Batalla de Issos, ( año 333 a.C) Alejandro con un ejército de unos 40.000 soldados en total, derrotó al ejercito persa de Darío III compuesto por unos 100-120.000 soldados en total. Darío III cuando vio perdida la batalla, abandonó su carro de combate y sus pertrechos y huyó del campo de batalla a lomos de su caballo. Ésta no fue la derrota definitiva de Darío III, ésta se produjo en la Batalla de Gaugamela (1 de Octubre del 331 a.C), la más importante y famosa de las que peleó Alejandro Magno, donde con un ejército de entre 47-50.000 soldados venció a Darío III con un ejército de mas de 200.000 soldados. La forma y disposición del ejército de Alejandro y las maniobras de despliegue del mismo han sido aprendidas y utilizadas por todos los grandes generales de la historia como Aníbal, Publio Cornelio Escipión “El Africano”, Julio César, Belisario, González de Córdoba “El Gran Capitán”, Napoleón etc. Hoy en día se sigue enseñando en todas las academias militares. A lo que íbamos, después de la Batalla de Issos, Alejandro entra en Sidón, encarga a su general y amigo Hefestión que busque entre los nobles de la ciudad a una persona recta a la que confiar el trono de Sidón. Al cabo de una semana Hefestión había indagado y hablado con muchas personas pero ninguna le satisfacía. Después de reunirse con Alejandro y explicarle todo lo investigado por él entre los nobles, llegan a la conclusión de que hay que buscar a una persona que sobretodo sea recta, trabajadora y leal, no hace falta que sea noble. A los pocos días Hefestión paseaba por la ciudad acompañado por traductores y por su guardia personal, vio una mansión rodeada de una alta valla, por encima de la cual asomaban todo tipo de árboles frutales, aquel arbolado verde y frondoso en medio de un territorio árido como era aquel le llamó poderosamente la atención. Se acercó a la puerta y entró, era un sitio maravilloso, con todo tipo de flores, plantas, árboles de toda especie, la mansión presentaba externamente un aspecto inmejorable, había un sólo hombre, se les acercó, Hefestión por medio de su traductor le preguntó: ¿Dónde está el dueño? Quiero hablar con él. El hombre le contestó que su señor había partido hacía mas de dos años a la guerra contra los persas, no sabía nada de él desde su partida, no sabía si iba a volver ni cuando, sin embargo, sin recibir dinero alguno, seguía custodiando y cultivando su jardín para que lo encontrase impecable cuando volviese. Él era el jardinero, se llamaba Abdalónimo. Hefestión sonrió, sabía que su búsqueda había terminado.
Reunido esa misma tarde con Alejandro, llegaron a la conclusión de que ese jardinero, que con tanta honestidad y fidelidad había cumplido con su deber, sabría dirigir la ciudad del mismo modo como había cuidado el jardín. Al día siguiente Alejandro Magno, en una bonita ceremonia, proclamó a Abdalónimo Rey de Sidón. Al principio hubo sus suspicacias entre los nobles de Sidón pero pronto se mostró como un gran rey, fue querido por todo su pueblo, quizás ha sido el mejor rey de Sidón, pasó a la historia como Abdalónimo el Rey Jardinero, y fue fiel a Alejandro hasta su muerte. Espero que os haya gustado ésta historia del rey jardinero. A leer mucha historia, todos.